Aprendizaje Presencial ¿para qué?
En el debate aprendizaje presencial versus aprendizaje virtual existen varias posiciones que apuntan a los extremos 100% presencial o 100% virtual.
Por suerte, el contexto pandémico mundial facilita que comiencen a generarse espacios de reflexión sobre el aprendizaje en todos los ámbitos. En pensar cuáles son los mejores recursos para que las personas podamos aprender.
Yo prefiero posicionarme en un punto intermedio y, preguntarme el para qué de lo que necesitamos que las personas aprendan, cuál es el objetivo de aprendizaje. Esto es crucial a la hora de seleccionar los recursos pedagógicos que generen los estímulos necesarios para que se dé el aprendizaje que buscamos.
Entonces, si partimos de esta tercera posición podemos decir que el proceso de aprendizaje es uno sólo mediado por diversas estrategias y recursos pedagógicos en los que se apoya, donde la presencialidad y la virtualidad pueden convivir y potenciarse mutuamente.
La virtualidad facilita el autodesarrollo y la autonomía de las personas por el acceso rápido a la información decidiendo qué es lo que le interesa aprender y lo puede hacer dónde y cuándo quiera.
La presencialidad facilita el trabajo en equipo en el hacer y permite que las personas se conecten entre sí generando un aprendizaje colectivo. Esto también se puede hacer desde la virtualidad pero requiere un diseño mucho más preciso y que el facilitador tenga muchas horas de vuelo en la virtualidad, requiere altos niveles de energía y el manejo de muchas herramientas digitales al mismo tiempo.
Teniendo presente esto, dependiendo el objetivo de aprendizaje que tengamos podemos trazar una Estrategias de Aprendizaje Blended con diferentes porcentajes de virtualidad y presencialidad. Inclusive podemos pensar en modalidad e-Blended entendida como instancias virtuales sincrónicas y asincrónicas.
Veamos algunos ejemplos de estos dos tipos de blended learning:
En primer lugar, se me ocurre que podríamos aplicar una estrategia de FlipedClassroom donde hay una previa virtual asincrónica con diversos recursos que pueden ir desde un breve texto, una interacción en un foro o ver un video para que en la instancia con facilitador (Presencial o sincrónico por aula virtual) podamos hacer un insight de lo visto en la virtualidad y tener una experiencia 100% práctica y colaborativa con otros.
Otro ejemplo, si pensamos en una estrategia 100% virtual podemos decir que puede estar conformada por instancias sincrónicas con un facilitador e instancias asincrónicas. En las instancias asincrónicas, podemos usar una gran variedad de recursos, entre ellos, los videos también conocidos como videoLearnings.
¿Cuáles son las ventajas de Los videoLearning?
Principalmente, tienen la ventaja de ser contenidos breves y de alto impacto visual. Clave es la accesibilidad, podes verlos donde y cuando quieras.
Nos permiten poner el foco en conceptos clave que necesitaremos que los colaboradores incorporen rápidamente y que serán de suma utilidad en las instancias sincrónicas con los facilitadores.
Otra ventaja de este tipo de recursos es que si están bien pensados tienen la flexibilidad suficiente para ser reutilizados en diversos programas o talleres adaptándolos al contexto y estrategia de aprendizaje. A su vez, permite disminuir el tiempo y costo invertido en la creación y desarrollo de nuevo material didáctico.
En mi experiencia, en formato video, el contenido que mejor funciona está relacionado a contenidos de conocimiento teórico y contenidos sobre procesos, cómo hacer X cosa.
Todo lo que implique experimentación, aprender haciendo, tiene que ser a través de la socialización e intercambio con otr@s.
Para terminar, a la hora de diseñar aprendizajes les recomiendo que piensen el para qué, qué es lo que sí o si necesitan que esté mediado por un facilitador y qué cosas podrían ir por autoaprendizaje en formato VideoLearning, elearning, gamelearning, textos, entre otros.
Lo ideal es empezar a poco a poco, paso lento pero firme, con contenidos específicos, por ahí de algún proyecto chiquito que permita evaluar usabilidad e impacto, potenciación de espacios con facilitadores, etc. siempre apalancado en la estrategia de aprendizaje de la organización.